D. Antonio Estrada. 1977 - 1980
Una figura con aspecto frágil y delgada se dibujaba siempre al fondo del pasillo. Bien pudiera haber sido un hombrecillo sencillo, pero más lejos de la realidad, pues aquella silueta tiesa y nerviosa transmitía cierto miedo, quizás infundado, quizás sin justificación, que muchos compañeros se encargaban de transmitir de boca en boca. Era una leyenda ya desde que empezábamos 1º de BUP: ¡cuidado con él, ya veréis cuando paséis a 2º, os vais a enterar! decían los mayores.
Desde luego que a D. Antonio eso le iba de perlas, pues cuando llegaba el nuevo reemplazo, éste ya venía con el miedo dentro, y con cuatro castigos generales de vez en cuando conseguía mantenernos a raya.
Imagino que en la soledad de su habitación no deseaba otra cosa que impartirnos una buena educación, aunque quizás de puertas afuera se viese abocado a mantenerse firme y duro. No creo que su carácter fuese ese, sino que era un gran actor que interpretaba a la perfección el papel que le habían encomendado: el de un “hombre duro”, el “hombre de hierro” al que nadie se atreve a mirar a los ojos sin parpadear.
En realidad pienso que era una persona humilde, amante de su tierra, de su pueblo, y de su profesión: “un cura diocesano”, supongo que por ello se marchó del Colegio cuando pudo de camino hacia casa, esa tierra que le ha querido y aprecia tanto, hasta el punto de hacerle un espléndido homenaje.
Personalmente no tuve demasiado trato con él salvo por la cercanía de amigos comunes como Jesús Crespo y Carmelo Gómez Marco. Lo que más me gustaba de él era sus clases taquigráficas de filosofía en COU a base de resúmenes. Casi nos decía lo que iba a caer en la selectividad. La mayoría de nosotros no lo conocimos como persona, fue nuestro tutor sin más, pero los que sí lo hicieron sabrán lo que realmente encerraba ese corazón inquieto, seguramente muchas cosas buenas que el resto nos perdimos.
Viéndolo ahora, uno ya no piensa que en otro tiempo, este hombrecillo anciano y débil, era capaz de transmitir tanto poder y energía. Desde aquí le envío ese abrazo que entonces no nos pudimos dar. (PLG)
D. Antonio Estrada -2009-
D. Antonio en su homenaje
SAFA 76-80 - 31 años después - 
De vez en cuando consulto en google sobre D. Antonio Estrada, mi madre tiene un apartamento en la Cala del Moral, y conocí a D. Antonio por casualidad, ya que lo veía a menudo por la Cala y siempre tenía un amable saludo para todo el mundo. No sé, me impactó su amabilidad, el saludo cordial al desconocido. Él nunca supo como me llamaba, pero en cambio, si consiguió que me interesara por su persona. Estuve, también por casualidad en la despedida que le hicieron en la Iglesia de la Cala del Moral, y aún me emociono al recordarlo. Toda la iglesia estaba abarrotada y le aplaudía a rabiar. Es un gran y un buen hombre. También le ví la última vez que se subió en la barca en el día del Carmen, y entre los comentarios de la gente pude captar que no le gustaba mucho el vaivén del agua, pero ahí lo tenías, con la enfermedad ya avanzada y aguantando como un «legionario». No sé, le tengo mucho cariño. Cada vez que suenan las campanas de la iglesia, le digo a mi sobrino que D. Antonio le está saludando porque lo ve desde el campanario, y siempre levanta la mano y le dice «hola D. Antonio», creyendo que lo vé aunque esté en el paseo marítimo. Creo que este hombre se merece lo mejor, y sinceramente le quiero mucho, a pesar de que no pude mantener una conversación con él, pero tiene un algo especial que lo distingue del resto de personas, digamos «tiene un don divino»
Son muchas las cosas que me vienen a la memoria al recordar la figura del Cura. Tan sólo me gustaría ahora mencionar un episodio que me demostró que era una persona íntegra que supo estar a la altura de las circunstancias a la hora de protegernos. Cuando estudiaba 1º de BUP apareció por el colegio un cura joven llamado Fernando (no recuerdo su apellido) que nos daba lengua. También era el «alcaide» del dormitorio correspondiente, donde tenía ubicado su despacho-habitación. Muchas noches, buscando excusas de lo más pregrinas, se las ingeniaba para castigar a alguno de los chavales obligándolo a ir a su cuarto, una vez todos estaban acostados y con las luces apagadas, permaneciendo allí de rodillas en el suelo durante un rato. Contado así no deja de parecer uno más de esos castigos arbitrarios y estúpidos que muchas veces nos imponían. La cosa, por desgracia, era bastante más turbia. Lo digo de primera mano porque cierta noche fui yo el elegido. La primera particularidad del castigo es que tenías que presentarese en su habitación sin el pantalón del pijama. La segunda es que nos colocaba de cara a la pared, justo enfrente de su mesa de despacho, al tiempo que nos decía que si nos dábamos la vuelta nos iba a caer una gorda. Creo que a día de hoy todos somos lo suficientemente mayorcitos para saber qué hacía el bueno de Don Fernando parapetado tras su mesa. El caso es que con 13 ó 14 años también lo sabíamos. Pasado un tiempo me armé de valor y fui a hablar con Don Antonio. Aunque me había dado, y me daría en el futuro, no pocas hostias por diferentes razones tenía con él cierto «filling» y además me tenía cierto cariño por mi condición de miembro del equipo de fútbol de cadetes. Era mi (nuestra) única esperanza. Debido a la naturaleza de mi revelación me citó, una vez terminada la jornada, en su despacho, junto a la entrada del estudio. Le recuerdo perfectamente, con el rostro cansado tras un largo día , sin el alzacuellos (la única vez en mi vida que le vi sin él) y ¡sirviéndose una copa! Me senté y le conté lo que ocurría por las noches en nuestro dormitorio sin que jamás me interrumpiera ni tratara de cuestionar mi relato. Tras aquel día nadie más pasó por el despacho de don Fernando. Tendría que confirmarlo pero creo que el susodicho pederasta no siguió en la SAFA el curso siguiente. Gracias don Antonio, por mi y por todos mis compañeros.
yo tambien me acuardo de él y de tí Fernando soy tu amigo Luis Torreblanca te dejo mi email para que te pongas en contacto conmigo un beso fuerte guruluis@yahoo.es
yo le recuerdo ,sobre todo , por los capones con esos nudillos ,que daño, los sabados que teniamos que subir al oasis y queriamos ver la pelicula de la tarde en la tele de los mayores y nos pillaba ,bueno .
el otro gran recuerdo es de cuando acabamos la EGB e hicimos el viaje de fin de curso a malaga y el nos ayudo ,por entonces ya no estaba en la SAFA , muy importante para mi ,aunque con pocos recuerdos ,la primera vez que salia de Sigüenza y del pueblo.
y el ultimo recuerdo de el ,siendo mas mayor en el patio le vi pasar le salude y de alguna forma se acordaba ,venia de Barcelona de la clinica Barraquer ,los que operan de la vista .un saludo
Inolvidable D. Antonio Estrada.
Agradacerle lo que hizo por mí y por muchos compañeros es imposible.
Mis oraciones por su salud y por su bienestar
El abrazo que no llega lo conforman estas letras.
Agustín de Diego Martínez
Nadie mejor que Don Antonio para llevar un internado de muchachos adolescentes, con la dificultad que eso conlleva.
Buena disciplina, no exenta de flexibilidad y buen humor.
Sus charlas no tenían desperdicio, sus clases jamas eran aburridas, siempre prestabas atención.
Inolvidables los empujones de los lunes, para ver sus impresionantes murales en la entrada del colegio.
Grande, muy grande.
Genio y figura.
Excepcional figura que no deja a nadie indiferente, peleamos los dos D. Antonio y yo, desde el año 1968 hasta que terminé COU en 1972, y digo pelear porque ´»mi obligación» como interno era escaparme de la disciplina del internado y él la de que lo cumpliera. Siempre pendiente de todo el internado de mayores desde las 7:30 hasta las 23:00 horas, preocupado para que aquella máquina que era la SAFA saliera adelante. Después tuve ocasión de cenar muchas noches en la Cala del Moral, hablamos mucho de sus años por el colegio y estaba pesaroso porque creía que había sido el malo de la película, yo siempre le animé pero D. Antonio si fueron años inolvidables para todos y todos te recordamos con cariño, le decía yo.
En la Cala después de misa alguna vez le ayudaba a contar el dinero del Cepillo que destinaba para la nueva Iglesia, pero a mi me parecía una Catedral por sus dimensiones, era en la Cala un personaje mediático algunas tardes sus cepillos en los años 93-94 alcanzaban la cifra de 1.000.000 ptas (6.000€) en una sola tarde.
Mi reconocimiento a su labor tanto como tutor (en mi mesa de trabajo tengo una foto con él ) y como sacerdote muy querido en la Cala del Moral.
Supongo que algunos se han enterado y otros todavía no. La noticia, que extrañamente apenas ha tenido repercusión, no dejará a ninguno indiferente y a todos nos traerá inmediatamente muchos recuerdos.
Hace unos días, el 3 de marzo, falleció D. Antonio Estrada González, que para nosotros siempre será El Cura.
La noticia me ha llegado a través de una llamada de Sigüenza. En todo caso aquí os dejo un enlace con más información:
http://www.diariosur.es/20120305/local/axarquia/fallece-antonio-estrada-parroco-201203051114.html
Que descanse en paz.
Descanse en Paz D.Antonio Estrada … teneis mas info en
http://magisterio-82-siguenza.blogspot.com.es/
Cada uno que piense lo que quiera pero fué pieza fundamental en nuestra educación y en los valores que hoy seguimos manteniendo.En el recuerdo la parte positiva que nos aportó y que a muchos nos ha hecho caminar por la vida. A todos los que veais esto,un entrañable abrazo.
Don Antonio, una referencia en la safa y en Sigüenza durante muchos años. Bajo mi punto de vista, una persona entregada a su deber y comprometido en su trabajo.
Para los que lo ‘sufrimos’ en la Safa, no dejó indeferente a nadie, y comparto con José Antonio mi recuerdo de la parte positiva que nos aportó.
Descanse en paz.
Me expulsó (pretendía que diera el último apretón para la selectividad) y le recordaré como una de las personas más íntegras que he conocido. Nunca le podré agradecer lo que hizo por mí y por todos. ¡La iglesia más grande la hizo en Sigüenza!
Era un hombre que no dejaba indiferente a nadie, para bien o para mal. Yo en mi caso, siempre he tenido un grato recuerdo «del Estrada» . Me imagino que habrá muerto en Pizarra, su querido pueblo malagueño. Descanse en paz.
Yo pienso q la mejor epoca de la vida de D.Antonio Estrada fue la de parroco en su Malaga natal.Respecto al tiempo q coincidi yo en la S.A.F.A con El , como Jefe de Estidips tuvo un defecto muy a notarse y era su sobervia.El tenia un defecto muy grande y era la afrenta q con su sobervia nos mostraba cuando tenia esa predilecion x su llamado ahijado q algunas veces lo usaba como arma arrojadiza intentando mostrarnos q eranos minusculos seres de convivencia al resto de alumnos del colegio.
NO es por echar leña al fuego, pero creo que El Contreras ha dado en el clavo. Su cohorte de hijos predilectos era una afrenta para todos los que no lo éramos. Ahora con el paso del tiempo creo que en realidad los estaba estigmatizando, separandolos diabólicamente de la comunidad a la que deberían pertenecer. Fijaros si esa estigmatización es duradera y diabólica que ninguno de estos alumnos apareció por la comida. No quiero dar nombres, ponedlos vosotros.
Otra cosa, Golvano. Este blog lo gestionas tu pero es de todos, o debería serlo, asi que por favor, vuelve a poner la pestaña de últimos comentarios en la portada, para que al entrar veamos quien ha escrito.
Gracias
buenos días, para mí fue un gran amigo, yo tuve muchisima confianza con él, cuantos cafés se tomaba al día, su cuarto situado a la izquierda del salón de estudio tená un aroma inconfundible.
no era lo duro que quería aparentar aunque nos castigaba muchas veces
Un tipo que arruino la infancia y juventud a mas de una generacion, un dictador y alguien que abuso del castigo fisico en todo momento, yo como muchos lo borramos de nuestra memoria.