Más cosillas

Ejecución de la tabla de fin de curso en el Oasis

Podemos hablar de la fiesta final de curso, entre otras cosas. Es curioso, si me pongo a pensar (cosa que no suelo hacer demasiado por si acaso me acostumbro), en un principio, la fiesta final de la SAFA me resultó una cosa «rara», por llamarlo de alguna manera. Y realmente era rara. Lo normal es que una fiesta final se realice con actuaciones teatrales, musicales y recitales artísticos por parte de los alumnos, como para fomentar la cultura de algún modo. Al menos así había sido en  mi otro colegio de EGB. Pero en la SAFA era distinto, algo así como el «Soberano», «cosa de hombres», y vamos a dejarnos de mariconadas.

Tabla fin de curso y el preparador "El Canario"

Con la llegada de la primavera el programa se movilizaba en dos áreas, una de gimnasia acrobática a base de saltos de aparatos, y la otra, la más multitudinaria, en la realización de una tabla gimnástica. La verdad es que ambas dos eran muy vistosas, la primera por las piruetas que se realizaban, y la segunda por el sincronismo y colorido que ofrecía desde el alto de las rocas.

Como anécdota recuerdo una tarde de ensayos en la recta final, ya bien entrado el curso, en la que las cosas no salían como a D. Antonio le gustaba que saliesen, es decir, perfectas. Se enfadó tanto que, a parte de echar humo por la cabeza, nos dio cinco minutos para presentarnos en el «estudio». Salimos todos a la carrera desbocada, cuesta para arriba resoplando y cuesta para abajo más de lo mismo. Pero llegamos, eso sí, sudando la gota gorda.